El Sapo y el Escorpión

Un río se interpuso en el camino de un escorpión. Éste, aprovechó que frente a él vió a medio sumergir a un sapo. El escorpión le pidió de favor que lo subiera en su lomo, y lo llevara hasta la otra orilla para cruzar el río.

El sapo respondió:

―¿Acaso crees que soy tonto? Si te subo en mi lomo, seguro me picarás y moriré.

El escorpión dijo entonces:

―¡¿Cómo se te ocurre?! Si yo te picara, moriría contigo. Claro que no lo haré.

El sapo decidió ayudar al escorpión y, cuando estaban cruzando el río, el sapo recibió una picadura mortal. Cuando ambos se hundían y estaban a punto de ahogarse, el sapo reclamó:

―¿Por qué lo hiciste?.

El escorpión respondió:

―Lo siento sapo, no pude evitarlo... es mi naturaleza.

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"...entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,..."
(Efesios 2;3-4)

Mis amados, cuando tenemos a Dios en nuestra vida y somos llenos de su Santo Espíritu, nuestra naturaleza terrena es cambiada, somo transformados. Yo he visto personas actuaren de una manera mala y después se justifican diciendo que nació así, siempre fue así, pero, ¿dónde está entonces Dios en su vida?

La verdad es que Dios sí transforma al interior de uno, pero la persona tiene que querer y luchar para que eso suceda. Los milagros, las bendiciones y todos los beneficios de la fe requieren que el hombre siempre actúe primero y luego Dios entra en acción, ¡pues el milagro de la transformación interior no es diferente! 

Muchos dan testimonios que fueron curados, liberados, prosperados; pero son pocos los que dan un testimonio de vida en lo que dice respecto a un nuevo nacimiento, a un cambio interior, y yo creo que no hay mayor manera de demostrar la veracidad de Dios, en vivir una nueva vida con Cristo.

El Dios del imposible que cura, que libera, que prospera, también puede cambiar tu naturaleza,,,

,,,Claro, si tu quieres y lucha por eso.

Pastor Daniel de Sousa