Si se quiere llegar a tal o cual lugar, lo mejor es prepararse para lograrlo, porque nadie te regalara nada y es mejor, pues si lo consigues será por tu propio esfuerzo, obra de la dignidad humana. Esperar con los brazos cruzados que te lleguen las cosas que necesitas es querer entrar por la puerta grande, o sea sin el menor esfuerzo, pero trabajando para conseguirla es entrar por la puerta pequeña, que lo lograras muchas veces con esfuerzo, pero eso le da valor a tus logros.
El labrador primero realiza su siembra para cosechar sus frutos, de ahí aquella admonición bíblica: “Comerás el pan con el sudor de tu frente”, o sea para dignificar nuestra existencia debemos trabajar. Todo esta relacionado con todo, y en ese todo se debe encontrar la puerta estrecha para ingresar a la vida del progreso y la felicidad, en la puerta ancha, solo encontraremos el culto al no esfuerzo, a la vagancia, a la drogadicción y al abandono de nuestro ser. Ellos son los que ríen primero, pero no advierten que él ríe ultimo ríe mejor y son los que precisamente han elegido ingresar por la puerta angosta, la mas estrecha y ríen mejor porque sus logros serán sólidos y duraderos.