quinta-feira, 15 de março de 2012

Estrella De La Mañana (Jesús Adrián Romero)

El deseo de desarrollar una vida de intimidad con Dios, y tener la disciplina diaria de estar en su presencia, es algo en el corazón de todo verdadero creyente.

Recuerdo que cuando conocí al Señor en mis años de adolescencia, uno de los deseos más grandes en mi, era el tener un tiempo devocional por las mañana.
Cada noche me acostaba con la determinación de que el día siguiente me levantaría muy temprano a buscar el rostro de Dios y leer su palabra. Recuerdo muy claramente mi sinceridad y mi pasión.

Así como un entrenador anima a su boxeador antes de subir al cuadrilátero, yo me animaba declarando que el día siguiente me levantaría a orar y que desde ese día en adelante sería un hombre de oración y que alcanzaría esa vida de disciplina que anhelaba.